Jesper Frant
Estudiante de la Universidad de Columbia
Práctica en La Plata, Bahía Málaga, verano de 2013
Estudiantes extranjeros de la Red Global MDP, tienen la oportunidad de acompañar proyectos con comunidades en Colombia, en los que estudiantes de la Maestría en Gerencia y Práctica del Desarrollo han realizado un trabajo de campo en apoyo al desarrollo sostenible.
En los siguientes párrafos, Jesper Frant, estudiante de la Universidad de Columbia, y quien realizó su práctica en La Plata, Bahía Málaga, describe su experiencia con el proyecto Ecomanglar.
“La vida en Bahía Málaga es agradable. La gente es alegre y amable. La desnutrición es prácticamente inexistente debido a la disponibilidad durante todo el año de pescado, productos agrícolas, piangua (una especie de molusco), frutas y principalmente del plátano. Aunque sus habitantesno tienen un horario de oficina que cumplir, se levantan antes del amanecer para pescar, recoger piangua, cortar leña, y cazar.Los fuertes lazos familiares ayudan a llenar los vacíos en la red de seguridad social. Viven en lo que sólo puede ser descrito como un verdadero jardín del Edén (incluidas las serpientes).
El conflicto armado apenas tocó esta región, en parte porque hay una base militar establecida muy cerca. En general, los miembros de la comunidad de Bahía Málaga, son sanos y felices.
A pesar de la belleza natural de los alrededores, los residentes de Bahía Málaga se enfrentan a serios desafíos para el desarrollo sostenible. Hay unos puntos débiles que reducen su calidad de vida y estos se traducen en indicadores de desarrollo negativos.
Carecen de saneamiento básico, no hay centro de salud y los estudiantes se ven obligados a salir de la comunidad para recibir una educación primaria y secundaria de calidad, debido a las graves limitaciones del sistema educativo en Bahía Málaga.
En la primera semana de nuestra estancia en La Plata, al representante de la comunidad le preguntamos acerca de los niveles de pobreza en las cuatro veredas de la Bahía.
“Nosotros no nos consideramos pobres, respondió de inmediato.
Mi proyecto se centró en cómo el turismo sostenible puede ayudar a resolver estos graves problemas de desarrollo. Por un lado, más visitantes prometen más oportunidades de empleo y una menor dependencia de las ONG o de los fondos del gobierno para la infraestructura y otras mejoras. El turismo puede ser una alternativa sostenible a las industrias extractivas tradicionales de Bahía Málaga (pesca, la explotación forestal, la caza, etc), muchos de los cuales han sido declarados ilegales por las restricciones impuestas por la conservación del parque nacional que abarca la mayor parte de la zona de aguas de la Bahía.
Por otro lado, el turismo tradicional puede se destructivo, afectando negativamente al medio ambiente, la sociedad y la cultura de esta comunidad institucionalmente frágil. Pero el turismo es un negocio difícil, sobre todo en el desarrollo de comunidades como La Plata.
En una conversación acerca de la estrategia de mercadeo, Santiago, el líder de Ecomanglar,menciona cómo enJuanchaco, por donde debe pasar cualquier persona para llegar a La Plata o a la meca turística de Ladrilleros, la playa está llena de basura y el centro comunitario es principalmente ocupado por los clubes nocturnos y hoteles. Las formas tradicionales de la vida y el medio ambiente se han visto comprometidas por una economía basada en el turismo, por lo que dejó en claro que no tiene interés en la clase de turistas que frecuentan estas comunidades: no queremos turismo de sol y playa en La Plata . La meta es el etno turismo responsable y ecológico.
La misión de Ecomanglar refleja este objetivo: tratamos de contribuir al bienestar de los habitantes de La Plata-Bahía Málaga a través de la conservación de la diversidad biológica y cultural.
Ecomanglar ahora se enfrenta a dos retos principales: atraer turistas y obtener beneficios económicos.
Uno de los principales obstáculos para la atracción de turistas es la lejanía de La Plata, hay que hacer el viaje desde Buenaventura en barco y el viaje puede tomar más de dos horas dependiendo de la marea, sumado al costo de la gasolina, que es por mucho, el costo más grande de Ecomanglar, y que limita la movilidad entre veredas y reduce el acceso a los mercados fuera de la Bahía (principalmente en Buenaventura); cada viaje desde y hacia Juanchaco y hacia los distintos lugares de interés dentro de la Bahía, hacen que sea difícil competir con los grandes operadores turísticos.
Con el fin de diseñar productos turísticos que sean competitivos y generen ganancias,Ecomanglar debe atraer a grupos más grandes y encontrar maneras de reducir los costos de transporte,por esto, se ha completado la construcción de una cabaña con capacidad para 21 turistas, un restaurante, y en el último año el gobierno de Colombia construyó un quiosco de Internet.
Ecomanglar tiene que centrarse en la construcción de capital humano, delegar la autoridad de gestión a coordinadores de grupos, fortaleciendo sus procedimientos de mantenimiento de registros y contabilidad, y el fomento de los futuros líderes capaces de llevar a Ecomanglar a todo su potencial”.
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